Llega un momento en la vida de cada planta en que sus raíces piden más espacio para respirar, estirarse y crecer. Así como nos quedamos cortos en los hogares, las rutinas y los viejos ritmos, las plantas también llegan a una etapa en la que su recipiente actual ya no les sirve. Trasplantar no es solo una tarea, es una oportunidad para darle a tu compañero verde un nuevo comienzo.
Entonces, ¿cómo sabes que es el momento?
Las señales sutiles de que su planta está lista para un nuevo hogar
Puede que tu planta no hable, pero siempre te indicará cuándo está lista para un cambio. Aquí tienes algunas señales de que podría ser el momento de trasplantarla:
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Las raíces se están desbordando por los agujeros de drenaje o están formando círculos apretados dentro de la maceta.
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El agua se drena demasiado rápido y apenas se absorbe en el suelo.
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El crecimiento se ha desacelerado o se ha detenido por completo, especialmente durante los meses más cálidos.
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Las hojas se caen, se amarillean o muestran signos de deterioro a pesar del cuidado adecuado.
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El suelo se ve compactado, seco o agotado de nutrientes.
Piense en trasplantar como un reinicio suave: una forma de reponer lo que se ha perdido y ofrecerle a su planta espacio para evolucionar.
El mejor momento para trasplantar
En el jardín, el momento oportuno lo es todo. Aunque algunas plantas de interior son más tolerantes, la primavera y principios del verano suelen ser las mejores épocas para trasplantarlas. Estas estaciones coinciden con el ciclo de crecimiento natural de la planta, lo que significa que se recuperará más rápido de la transición y se adaptará a su nuevo espacio con energía y facilidad.
Evite trasplantar en invierno a menos que sea absolutamente necesario. Durante los meses más fríos, la mayoría de las plantas entran en una fase de letargo y no responden bien a la interrupción.
Cómo elegir una maceta nueva
Más grande no siempre es mejor. Elige una maceta un poco más grande que la actual, unos 2-4 cm más ancha de diámetro. Si es demasiado grande, la planta podría tener dificultades para ocupar el espacio, ya que la tierra húmeda puede provocar la pudrición de las raíces.
Asegúrate de que tu nueva maceta tenga un drenaje adecuado para evitar que el agua se acumule en el fondo. Todas las macetas de The Balcony Garden cuentan con agujeros pretaladrados (normalmente de 1 a 3, según el tamaño) para que tu planta pueda beber lo que necesita y desechar el resto.
Un ritual sencillo para trasplantar
Trasplantar no tiene por qué ser complicado. Aquí tienes una guía rápida:
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Riega tu planta un día antes de trasplantarla: las raíces hidratadas son más resistentes.
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Retire con cuidado la planta de su maceta actual, sujetando el cepellón.
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Afloja las raíces si están muy enrolladas. Recorta las que parezcan muertas o blandas.
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Añade tierra fresca a la base de la maceta nueva. Coloca la planta a la misma altura que antes.
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Rellene con tierra, presionando suavemente alrededor de los lados.
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Riega abundantemente y deja escurrir el exceso.
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Coloque su planta recién plantada en un lugar suavemente iluminado durante unos días para que se recupere del traslado.
Ya sea que tu frondoso compañero viva en un balcón soleado o en un rincón acogedor del interior, confía en sus señales. Y cuando sientas que es el momento adecuado, ofrécele un nuevo comienzo.
Porque a veces, el cambio más pequeño (una maceta nueva, un poco más de espacio y algo de tierra nueva) puede dar lugar al crecimiento más bonito.
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